lunes, 7 de marzo de 2011

NUESTRO INICIO

NUESTRO INICIO:

La Liga Guatemalteca de Higiene Mental creó el programa “Mi Territorio Sin Violencia” en aras de una salud mental para la niñez y adolescencia y cómo llegar a la conciencia de los adultos de que los problemas tienen mejor solución usando el diálogo y no la forma de “corrección” a base de gritos y golpes, es por eso que en el año 2007 inicia este trabajo con la niñez y adolescencia que frecuentan el basurero de la zona 3. Luego en el año 2008 se extendió a otras escuelas de la zona 7 donde el trabajo fue fructífero logrando a que muchos niños y adolescentes de ambos sexos corrigieran conductas generadoras de violencia.

Para el 2009 se implementa este programa a algunas escuelas de Chimaltenango donde también se trabajó en los grados de 3ero. A 6to. Primaria, el resultado fue satisfactorio porque tuvo aceptación tanto en maestros como en niños, niñas, adolescentes y padres de familia.

La necesidad de educar sobre temas de violencia y salud mental ha ido creciendo con el tiempo, ya que para nadie es un secreto de que se vive en una cultura de violencia comenzando desde los hogares y los diferentes ambientes donde la niñez y adolescencia y guatemaltecos en general hacemos presencia.

De esa cuenta, en el año 2010 este programa se trasladó para los municipios de Santa Lucía Cotzumalguapa, San Lucas Toliman y Chiquimula, por fortuna las autoridades municipales, gubernamentales y demás sectores vieron con necesidad urgente trabajar este tema con esta población, debido a ello se logró ejecutar el programa en 8 escuelas del nivel primario en cada municipio, con un promedio de 300 niños de 5to. Grado de cada municipio.

Gracias al apoyo de UNICEF y La Liga Guatemalteca de Higiene Mental, más guatemaltecos serán beneficiados este año ya que se extendió el programa a 11 municipios entre ellos, San Francisco El Alto, Ciudad Vieja, San Martín Jilotepeque, Cuilapa, Tecpán, Chichicastenango, etc.

Sabemos que ante una cultura de violencia que azota a muchos niños y adolescentes hay mucho que hacer pero nosotros hemos iniciado el trabajo con la esperanza de que a todas aquellas personas a quienes les llega el mensaje de cultura de paz puedan compartirla con sus seres queridos y ponerla en práctica para un mejor futuro para la sociedad guatemalteca y del mundo entero. Esto nos hace invitar a todas las organizaciónes nacionales e internacionales a unificar esfuerzos para cambiar la salud mental de la niñez y adolescencia hacia una cultura de paz y armonía consigo mismo y con los demás.

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